La revolución de la colaboración

Rocío González
6 min readOct 31, 2023

Dejé de escribir, me metí para adentro. Escribir es abrir un poco el pecho y dejar que otros lo revisen, pululen ahí dentro, adonde a veces nos duele. Y a veces ni sabemos quienes son. La mayoría de quienes me conocen son indiferentes a mis cartas cibernéticas, pero igual di de baja el blog que tuve unos años, en otra vida. Pero hay quienes que me leyeron y me dijeron que les sirvió. Que algunas de mis frases resonaron con las propias. Que gracias. Y por esas personas y con las ganas de colaborar es que vuelvo a escribir.

Hoy tengo la cabeza llena de todo lo que podría ser. Saliendo de uno de esos grandes encuentros con tantas personas que me inspiran por demás, que juntas avanzan en un movimiento que representa y empuja mis ideas y proyectos. El movimiento b nació hace 12 años en America latina, fueron un par de emprendedores y personas que vieron en el formato de las empresas B una oportunidad de convocar al mercado para resolver problemas del sistema. Nace como socio latino de BLab, la organización fundadora de esta certificación de empresas, que inició el movimiento global.

¿Qué es una empresa B?

Las empresas B son empresas que se miden y cumplen con estándares de impacto en sus distintas áreas. Son empresas que buscan hacer de su comunidad algo mejor de lo que encontraron. Pero, ¿qué es realmente una empresa B?

Hay 3 preguntas que hace uno de los referentes de este movimiento, Peta Friedrich, una suerte de Yvon Chouinard argentino:

  • Si mi empresa crece, ¿sería mejor para el planeta?
  • ¿El planeta necesita mi negocio?
  • ¿Estoy en el negocio correcto para resolver los problemas del planeta?

Para mí, las empresas que responden afirmativamente a estas 3 preguntas es lo que deberían ser las EmpresasB.

Hay algunas frases en este “movimiento” que se vuelven latiguillos. Hace un par de años me reía de escuchar y escribir PROPOSITO en todas nuestras comunicaciones, luego se habló mucho de regeneración (que sigue siendo trending topic). Colaboración es una palabra que me encanta y siempre pensé que nuestra forma de trabajar se basa en la colaboración. Pero este año, en el encuentro de empresas B en Monterrey, Leo Maldonado, me dejó picando el interrogante si realmente estamos y estoy (a nivel personal) colaborando con su definición de “colaboración extrema”.

Colaboración extrema

Leo Maldonado habla de la colaboración extrema como necesaria para trabajar en proyectos como las empresas B o como las ciudades que se plantean ser sustentables. No hay más tiempo para no colaborar, con el nivel de policrisis en el que vivimos y para hacerle frente a estos desafíos la respuesta es colaborar extremamente. Leo, explica la colaboración extrema con simples 4 puntos. Voy a meterme en los 4 y contar como creo que los veo yo y aplican a mi cotidiano, pero recomiendo que vean su charla y saquen sus propias conclusiones, no tiene desperdicio.

Leo Maldonado en el Encuentro+B en Monterrey, Octubre 2023.

Cultivar épica — ojo con el soltar

A qué nos referimos con épica? Ese fuego interno, eso que nos enciende y que nos une en un proyecto común. La épica es algo que no se resuelve, dice Leo, es algo que se cultiva. Y para cultivarla no debemos partir de la hoja en blanco, debemos ser conscientes que antes que nosotros hubo otros, otras. Lo que internamos llevar adelante como proyecto no parte solamente de lo nuestro, debemos honrar el pasado. Porque no tener en cuenta lo que ya se hizo y a los otros que trabajan en nuestro campo de acción no solo es mezquino sino que no funciona.

Aquí creo que hay mucho para mejorar. A veces las formas disruptivas que toman los formatos de rediseño que hacemos en mis empresas niegan o dejan atrás formas anteriores. Hay que conversar más con lo que hay, no alejar, entender de donde viene y seguir interpelándolo desde ese pasado. Que la disrupción no sea olvido. El colaborar no es soltar.

Cuidado con el lado oscuro — divide and conquer or conquer the divide?

Salir del nosotros vs ellos, que esa no sea nuestra forma de construir. A veces esta forma parece la más fácil, la de oponernos a algo y crecer desde ese lugar, pero a la larga no es la que favorece el escenario de colaboración. La colaboración extrema llama a la compasión. Y como Leo lo citaba a Jota, lo cito: “compasión es sufrir con el otro, acompañarle en ese sufrimiento, empatizar y desde ahí se podrá colaborar”. Hay muchas veces que no nos interesa sufrir con ese otro, es más fácil no verlo o peor aún pensamos que se lo merecen porque hacen o piensan las cosas diferentes a las que pensamos íntimamente y por eso nos alejamos de ahí y no dejamos ningún lugar de colaboración posible. Me pregunto: ¿cómo sería el escenario político de mi país si no se hubiera polarizado todo tanto estos últimos años, como podrían haber avanzado políticas que favorecieran a tantas personas que hoy están fuera del sistema, marginadas? Me pregunto cómo hubieran crecido iniciativas que comparto o acompañé si no hubiera grieta. Y también me pregunto cómo construir sin caer en la oposición, cómo no caer en la simpleza de ese ellos vs nosotros, cuando el problema es grande y queremos solucionarlo. Es tanto más más fácil caer en juntar fuerzas para oponernos a un “enemigo común” que buscar la forma de colaborar con quienes no nos caen del todo bien. Pero ¿cómo construir un futuro inclusivo cuando de movida sacamos a otras miradas?

Entrelazar Actores

Acá Leo habla de sacarnos de la cabeza lo que el siglo 20 nos enseño de separar, de tratar de estar de acuerdo con todos todo el tiempo, de conciliar siempre posiciones. Para poder colaborar necesitamos solamente estar de acuerdo algunos, en algunas cosas, durante algún rato. ¿Cuántas veces comenzamos sacando actores porque por forma, nombre, color ya los vemos opuestos y lejanos? Bueno, desafiar esa lógica es aprender a cultivar sinergias, porque aunque nos duela, aunque nos cueste estar de acuerdo, podemos al menos algún rato.

Sostener el presente

Y la cuarta refiere a como podemos transitar y sostener el presente, de tanta innovación, cambio exponencial, para cuidar el alma. Como podemos transitar el presente en la tensión de venerar al pasado mientras también exploramos el futuro. Si la pregunta que queremos responder es la de cómo cuidar, la innovación debe ser para preservar, no para olvidar. Cómo asociamos esas dos partes, que la innovación no sea tachar, sino que ayude a preservar.

Aquí pueden ver la charla completa de Leo, un lujo, y ver qué les replantea de sus temas y proyectos cotidianos.

Volver a lo básico

Escucho y leo y escribo estos conceptos y siempre los veo como cosas que no me parecen nuevas. Son básicas, pero tal vez olvidadas. Tal vez la simpleza viene de haberlas probado y trabajado y por eso parecen tan solo sentido común, el más poco común de los sentidos.

Creo que si bien son básicas, desafían cómo hacemos y comprendemos las relaciones del día a día. Ponen a prueba nuestra habilidad de trabajar con el otro, de empatizar, de animarnos a buscar una solución diferente que incluya miradas que no son las nuestras. Así como Peta le pasa el filtro a las empresas de las 3 preguntas, aquí hay 4 filtros o guías para tener en cuenta en el cotidiano de lo que hacemos. Más allá de empresas y proyectos laborales, también pueden ser guías el cotidiano, para desafiarnos a elegir siempre la colaboración aunque sea más difícil, aunque duela, pero con un camino de aprendizajes más compartidos y sostenible.

Así que si algo de todo esto te resonó, te sirvió, te llegó, espero tus líneas, que para algo tiro las mías al ciberabismo, para seguir animándome a escribir o para abrir la puerta y salir a colaborar.

Saludos, mucho gusto.

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Nota al pie:

Estoy cuestionándome mucho como escribir si con x o con o. Mi forma de costumbre todavía sigue siendo con un plural de os. No hay ninguna intención de ofender ni invisibilizar. Ni las as que me comí y mi amiga Maca me estaría puteando, fueron pensadas. Esto es para todas, todos y todas les que le sirva.

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Rocío González

Arquitecta de empresas de #tripleimpacto: PAPA, Daravi y Unplastify. Escribo sobre mis 15 años de experiencia para animar quienes emprendan con propósito.