Preguntas de fin de año
En los últimos días del año, soy del equipo que hace balances. Reviso meses, eventos, personas y momentos que pasaron en esta última porción de mi vida. El año pasado escribí sobre todas esas cosas que pasan y cómo las tomamos para que ese pasar no sea así nomás sino lo más feliz posible.
En estos balances solemos poner números, cantidades, medidas de lo proyectamos allá lejos por enero y vemos en la acumulación que nos queda si el resultado es o no “éxito”.
¿En qué lo medimos? “In daylights, in sunsets, in midnights, in cups of coffee?”
No escribo desde un lugar de respuestas y expandirles mi sabiduría eterna, sino desde mi lugar de coleccionadora de preguntas y tiradora oficial de las que más me divierten. Y tirándola, al éter, al universo, a las redes que todo lo manejan y entienden, tal vez haya quienes quieran contestar más que qué es el éxito, cuál fue para ustedes el éxito del año.
Los invito a preguntarse : ¿Qué aprendieron? ¿Qué fue lo que más los sorprendió? Como preguntadora empedernida, ya me hice estas preguntas y anotando muchas respuestas que salieron de mi año, compartiéndolas con mis espejos que últimamente tienen forma de amigas via WhatsApp. Con ellas y otros de mis personajes favoritos que me rodean, vi que el año fue mucho más largo de lo que parece y que lo que no vi como éxitos tal vez fueron momentos claves que hacen a la que soy y o estoy estoy siendo para lo que viene.
De mis respuestas, y creo que la supe todo el año, mi mayor éxito este 2023, claramente fue inesperado y fue conocer a Alí, mi despertador peludo y marrón. Y no es por haber adoptado al perro más lindo del mundo sino por como este ser inquieto me obligó a salir más temprano al sol, caminar, cortar, verme, moverme. Y por hacerme aprender que todo lo que dicen son todo lo que te dan estos bichos es verdad, y eso que todo lo que tiene Aliso de lindo no lo tiene de cariñoso (Frío como el viento, peligroso como el mar). Sin embargo, todo lo da y cada día fue mejor con él cerca.
Recomiendo el balance, ver esas pequeñas cosas que nos hicieron mejores todos los días y también recordar esas que fueron una sola en el año pero nos marcaron. Algunas de estas cosas pueden ser planificadas, objetivos, pero siempre hay espacio para que el universo nos sorprenda. Recomiendo compartir sus respuestas con quienes les rodean. Tal vez así les ayude a entender que lo que no fue tal vez un éxito para nosotros algún espejo nos lo rebotará y nos dará a entender la profundidad de todo lo que transitamos, el valor de eso que hicimos y nos empujará al nuevo año.
Lo mejor para lo que viene.
Y que viva lo inesperado.
